¿Los perros pueden comer queso? Mirá sus efectos en tu mascota

PURINA® te enseña si los perros pueden comer queso, así podrás alimentarlo sin arriesgar su bienestar. Aprendé más y cuidá la nutrición de tu mascota.

Es posible que en el pasado te hayás preguntado si los perros pueden comer queso. Este delicioso ingrediente es amado por millones de personas en todo el mundo gracias a sus sabores y variedades, pero ¿es seguro para las mascotas?

La alimentación de nuestros amigos peludos es un tema crucial para su bienestar. Por eso, es clave saber si es posible que consuman un alimento como el queso. Con PURINA® descubrí si este ingrediente es benéfico o no para tu mascota.

¿Los perros pueden comer queso?

Contrario a otros alimentos, en el caso del queso, la respuesta no es tan simple. Al existir tantas y tan variadas clases de quesos, es posible que algunas sean aptas para el consumo de los canes, mientras que es mejor mantener otras alejadas de ellos.

En consecuencia, aunque se pueda decir que sí, hay quesos seguros para los perros, también hay otros que no. Sin embargo, esta no es la única consideración que debemos tener como tutores.

Recordá que existen alimentos prohibidos para los perros como el ajo, la cebolla o los frutos secos. Si el queso contiene alguno de estos elementos, será inapropiado para el animal.

El cuerpo del perro, sus condiciones, gustos y necesidades son otros elementos a considerar al momento de darle queso. Continuá leyendo y aprendé más para proteger la nutrición y el bienestar de tu querido amigo de cuatro patas con PURINA®.

Beneficios y riesgos de que los perros coman queso

El queso, aunque es un alimento atractivo, puede ser un tema de debate entre los tutores de perros. Conocer los nutrientes que aporta y sus posibles efectos es clave para tomar decisiones informadas y nutrir como corresponde al animal.

Ahora que sabemos que hay una posibilidad de aprovechar el delicioso sabor del queso con nuestra mascota, debemos validar bien y conocer a detalle los beneficios y riesgos que este alimento puede generar en nuestro perro.

Nutrientes del queso y su impacto en los perros

Además de delicioso, el queso es rico en varios componentes nutricionales, que incluyen proteínas, grasas, calcio y vitaminas. Hoy con PURINA®, conocé cómo algunos de estos nutrientes pueden influir en el bienestar de los perros.

Proteínas

Las proteínas son fundamentales para el crecimiento, la reparación y el mantenimiento de los tejidos. En el caso de los perros, estos nutrientes ayudan en la formación de músculos y en el fortalecimiento del sistema inmunológico.

El queso contiene proteínas de alta calidad, lo que significa que pueden ser fácilmente digeridas y utilizadas por el cuerpo del perro. Por supuesto, antes de darle, recordá validar con el veterinario.

Sin embargo, es importante recordar que la proteína del queso no debe ser la única fuente en la dieta de tu mascota; tiene que complementarse con otras fuentes de proteínas animales.

Grasas

El contenido graso del queso proporciona una fuente concentrada de energía. Las grasas son esenciales para el cuidado de la piel y el pelaje y ayudan en la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K).

Gracias a su contenido calórico, proveniente de la proteína y de las grasas, el queso es un alimento ideal para aportar energía al perro. No obstante es clave regular su ingesta para que no reciba niveles superiores a los que requiere.

Recordá que el exceso de grasas, especialmente en perros que no son muy activos puede llevar a problemas de sobrepeso. Por ello, es recomendable optar por quesos bajos en grasa o limitar la cantidad que le ofreces a tu mascota.

Calcio

Este mineral es fundamental para la integridad ósea y dental. En perros, un nivel adecuado de calcio es necesario para el desarrollo de huesos fuertes y para mantener una buena función muscular.

El queso puede ser una excelente fuente de calcio, especialmente para perros en crecimiento o en fase de recuperación de lesiones. En los alimentos para cachorros este nutriente debe estar de manera obligatoria.

Sin embargo, siempre debe administrarse con moderación, ya que un exceso de calcio puede llevar a afectar su bienestar, como el crecimiento óseo anormal.

Vitaminas

Entre las vitaminas que el queso puede aportar a nuestros amigos de cuatro patas están la Vitamina A y algunas del grupo B. La primera de ellas es clave para la visión del perro y para proteger la piel del animal.

En cuanto a las vitaminas del complejo B, son esenciales para el bienestar del sistema nervioso e inmunológico del perro. Sumado a esto, es necesaria para el adecuado mantenimiento de las funciones vitales de la mascota.

Pese a los importantes beneficios nutricionales que podemos encontrar en este alimento, es clave recordar que sólo se trata de un snack. Es decir, sí, los perros pueden comer queso, pero no puede ser el ingrediente principal de su dieta.

Para otorgarle los nutrientes necesarios a tu perro está su alimento para perros habitual.

Uso en la administración de medicamentos

Uno de los usos más comunes del queso para los tutores de perros es su capacidad para ocultar medicamentos. Muchos canes son reacios a tomar pastillas, pero al dárselas ocultas entre este ingrediente, se vuelven más receptivos.

Cabe destacar que, así como sucede con otros alimentos para humanos, existen ciertas condiciones y contraindicaciones al momento de dárselas a nuestros perros. Conocé algunas de ellas y mantené a tu mascota a salvo.

Riesgos de darle queso a un perro

Hemos visto que los perros pueden comer queso y que cuenta con algunos beneficios. No obstante, también existen riesgos asociados con el consumo de este ingrediente por parte de nuestros amigos de cuatro patas.

Entendiendo que hay escenarios en los que el queso puede ser perjudicial para los perros, aprendé a identificarlos y así podrás proteger su bienestar. Tu fiel compañero te lo agradecerá.

Problemas gastrointestinales

El consumo excesivo de queso puede causar problemas digestivos, incluyendo vómitos y diarrea en perros. La posibilidad de esto se incrementa en animales con estómagos sensibles o que no están acostumbrados a los lácteos.

Otra de las posibles afecciones digestivas a las cuales se puede exponer un perro al ingerir queso es la intolerancia a la lactosa. Sí: aunque se asocie con personas, nuestros animales de compañía también pueden presentarla.

Intolerancia a la lactosa

La lactosa es un azúcar natural presente en la leche y se caracteriza por ser ingerida regularmente por cada mamífero durante su lactancia. La ingesta de esta bebida, eventualmente, podría dejarse atrás por un factor nutricional clave.

Para hacer la digestión adecuada de la leche, el cuerpo produce lactasa. Esta enzima se encarga de descomponer a la lactosa en compuestos nutricionales que sí son digeridos por el organismo, como la glucosa.

Cuando el cuerpo deja de producir lactasa, generalmente durante la etapa de cachorros, es posible que el animal se haga intolerante a la lactosa. Esto quiere decir que su organismo no puede digerir bien los productos lácteos.

En consecuencia, en estos casos, la ingesta de queso sólo hará que el perro desarrolle molestias digestivas. Por tanto, validá con un veterinario: si tu mascota es intolerante a la lactosa no deberá consumir este ingrediente.

Síntomas comunes de intolerancia a la lactosa

Al tratarse de una afección del sistema digestivo, los síntomas de la intolerancia a la lactosa incluyen diarrea, gases, hinchazón abdominal y malestar general.

Si observás estos signos en tu perro tras consumir queso, es mejor evitar darle productos lácteos. Además, considerá una visita al veterinario para que revise a tu mascota y se asegure de que se trata sólo de una respuesta temporal del cuerpo.

Aumento de peso

El alto contenido de grasas y calorías del queso puede hacer que tu mascota gane algunos kilitos de más. Inclusive, este ingrediente podría contribuir al sobrepeso en los perros, si se les da en exceso.

Sumado a lo anterior, un aumento de peso puede llevar no solo a la obesidad, sino incluso a otros problemas relacionados, como enfermedades cardíacas o diabetes. Procurá que, si vas a darle queso a tu perro que sea dentro de lo sugerido por el veterinario.

Consejos para introducir el queso en la dieta

Introducir el queso en la dieta de tu perro debe hacerse con sumo cuidado. Siempre es mejor empezar con una pequeña cantidad para ver cómo reacciona tu mascota.

A esto debés agregar una constante vigilancia para identificar si aparece algún síntoma de malestar o alergia en los perros que consuman queso. De ser así, suspendé la ingesta del alimento y consultá con el veterinario inmediatamente.

Si no se presenta ninguna reacción, estos son algunos momentos en los que se hace oportuno que los perros puedan comer queso.

Un gran bocadillo de adiestramiento de recompensa

El queso chédar cortado en cubos pequeños es una gran opción. A manera de bocadillo para perros, este ingrediente funciona especialmente bien. Considerá su uso en el adiestramiento de órdenes complejas, como acudir al llamado.

Dale queso a tu perro cuando esté aburrido

Si tu perro es propenso al aburrimiento, añadí una delgada capa de queso crema al interior de un juguete para mantenerlo ocupado. Esta podría ser una buena opción si le estás enseñando a quedarse solo.

Los perros pueden comer queso, pero sólo de manera ocasional y nunca en reemplazo de una alimentación balanceada. Al tratarse de un snack, recordá que debés reducir la carga calórica de este ingrediente a su ración diaria, para evitar sobrealimentación.

Ahora lo sabés: los perros pueden comer queso, pero es esencial que proporcionés uno que haya estado en refrigeración y apto para consumo humano, además de darlo con moderación y precaución.

Consultá siempre a un veterinario si tenés dudas y asegurate de que la dieta de tu mascota sea equilibrada. Este profesional te orientará de manera adecuada.

En PURINA® tu mascota es nuestra pasión. Asegurate de aprender lo necesario para promover el bienestar de tu amigo de cuatro patas, y de darle la nutrición adecuada para mantenerlo sano y feliz.

FUENTES:

¿Pueden los perros comer queso?

¿Los perros pueden comer queso?